
Desde aquel entonces se han elaborado gran cantidad de iniciativas tanto por parte del gobierno como por grupos sociales con la intención de abolir la discriminación y la desigualdad entre ambos géneros. Políticas que favorecen la integración sociocultural de la mujer, políticas de conciliación de la vida personal, familiar y laboral, políticas para erradicar los malos tratos y la violencia de género, entre otras.
Con todas estas políticas no nos están regalando nada a las mujeres. La igualdad de oportunidades no sólo es una cuestión de justicia social, sino que hoy en día las empresas y el país en general no pueden permitirse el lujo de desperdiciar un capital intelectual tan valioso.
Aún queda mucho por luchar, aún quedan muchas metas por conseguir, pero en nuestra sociedad la parte más importante está en tus manos, tú eres “la máxima responsable de tu futuro”.
Durante muchas generaciones hemos sido tratadas como seres inferiores destinados a casarse y tener hijos. Esto ha hecho que muchas mujeres pierdan su autoestima y aunque reivindiquen a gritos sus derechos, su comportamiento no se corresponde con lo que predican porque en el fondo no se creen lo que dicen.
Me refiero a mujeres que no saben decir no cuando es necesario, a trabajadoras que no luchan por ciertos puestos de trabajo porque los consideran reservados al género masculino, a madres que educan de diferente manera a sus hijos que a sus hijas, a agredidas que no denuncian y a un sinfín de mujeres que con su actitud no sólo se perjudican a ellas mismas sino al resto de mujeres.
Somos responsables en gran parte de las actitudes machistas de esta sociedad, al fin y al cabo todo hombre tiene una madre y entre nuestras labores siempre ha estado el educar a nuestros hijos: somos su referente. Un hecho vale más que mil palabras y con nuestra actitud de hoy somos responsables de la sociedad del futuro.
A todas estas mujeres les diría: “Eres un ser único, especial y lleno de virtudes, tienes muchísimo que ofrecer a la sociedad, tu opinión es importante porque tu brillas con luz propia, nadie es mejor que tú sino que simplemente son diferentes. Todas estas virtudes que te son propias de nada sirven si no te las crees. Lucha por tus derechos, no es fácil, pero el resultado vale la pena. Es imprescindible que abras los ojos a la realidad y dejes de lado complejos infundados porque cuando creemos algo actuamos como si fuera verdad y esto es lo que nos da la fuerza”.
La mejor manera de cambiar a los demás es cambiar uno mismo, siempre es mejor ver el vaso medio lleno que medio vacío, hay infinidad de oportunidades que te están esperando sólo tienes que tener el valor de no dudar y coger lo que es tuyo porque te lo mereces.
La valía de las personas no depende del género, hay mujeres y hombres que triunfan al igual que hay mujeres y hombres que fracasan, no atribuyas tu fracaso a que eres mujer, no te engañes, la autocomplacencia no sirve de nada, lucha, porque el triunfo es posible, la sociedad está llena de mujeres que han destacado en todas las disciplinas. Mujeres que nunca se han planteado su género en su actitud ante la vida, mujeres que no han necesitado formar parte de un cupo para demostrar su valía, mujeres que no han recibido ayudas por ser mujeres, mujeres como tú, pero sin complejos.
En mi opinión estas triunfadoras han hecho más por la liberación de la mujer que muchas de las leyes que hoy tenemos. Creo firmemente que la lucha individual de cada mujer en el día a día, en las pequeñas cosas, cambiando pequeños comportamientos pero de una forma constante es la mejor manera de conseguir la deseada sociedad de igualdad de oportunidades entre hombre y mujeres. No esperes a mañana, al acabar de leer este artículo puede ser un buen momento para empezar a cambiar el mundo. ¡Ánimo, entre todas podemos conseguirlo!
Inma Manso
Candidata del PP a la alcaldía de Lleida